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ویرایش: [1a ed]
نویسندگان: Friedrich Wilhelm Joseph Von Schelling. Friedrich Wilhelm Joseph Schelling
سری:
ISBN (شابک) : 8476581904, 9788476581902
ناشر: Anthropos Research & Publications
سال نشر: 1999
تعداد صفحات: 64
زبان: Spanish
فرمت فایل : PDF (درصورت درخواست کاربر به PDF، EPUB یا AZW3 تبدیل می شود)
حجم فایل: 635 Kb
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توجه داشته باشید کتاب بررسیهای فلسفی درباره جوهر آزادی انسان و اشیای مرتبط: نسخه دو زبانه (متون و اسناد) نسخه زبان اصلی می باشد و کتاب ترجمه شده به فارسی نمی باشد. وبسایت اینترنشنال لایبرری ارائه دهنده کتاب های زبان اصلی می باشد و هیچ گونه کتاب ترجمه شده یا نوشته شده به فارسی را ارائه نمی دهد.
PALABRAS PRELIMINARES......Page 31
Las investigaciones sobre la esencia de la libertad humana pueden en parte apuntar al concepto correcto de la misma, desde el momento en que, por muy inmediatamente grabado que esté el sentimiento del hecho real de la libertad en cada cual, tampoco lo está a un nivel tan superficial como para no exigir, aunque sólo sea para expresarlo con palabras, una pureza y hondura de espíritu mucho mayores de lo habitual, y en parte, pueden concernir a la relación de este concepto con la totalidad de una concepción científica del mundo. Como sin embargo ningún concepto puede ser determinado de modo aislado y la prueba de su relación con la totalidad es la que de hecho le da su consumación científica última —como debe ocurrir especialmente en el caso del concepto de libertad que, si acaso tiene alguna realidad, no puede ser meramente un concepto subordinado o accesorio, sino uno de los puntos rectores y centrales del sistema—, resulta que ambos aspectos de la investigación se funden aquí y en todas partes en uno solo. Según un dicho antiguo pero en absoluto olvidado, el concepto de libertad es incompatible con el sistema, y toda filosofía que tenga pretensiones de unidad y totalidad acaba desembocando en una negación de libertad. No es fácil luchar contra afirmaciones generales de este tipo, quién sabe [p. 111] qué estrechas concepciones han sido ya ligadas a la palabra sistema, de manera que dicha aserción expresa algo seguramente muy cierto pero también muy trivial. O si lo que se opina es que el concepto de sistema contradice, en general y en sí mismo, al concepto de libertad, en este caso no deja de ser curioso, puesto que la libertad individual se relaciona ciertamente de algún modo con la totalidad del mundo (piénsese ésta de modo realista o idealista), que tenga que existir algún sistema, al menos en el entendimiento divino, que sea compatible con la libertad. Afirmar en general que este sistema nunca podría llegar a ser comprendido por el entendimiento humano, no es de nuevo más que una afirmación gratuita, puesto que esta aserción podrá ser de nuevo verdadera o falsa según sea entendida: depende de la determinación del principio con el que el hombre conoce y habría que aplicarle a la aceptación de tal conocimiento lo que dice Sexto a propósito de Empédocles: “el gramático y el ignorante pueden verla como resultante de la jactancia y el engreimiento sobre las demás personas, características que a todo el que tenga aunque sólo sea una pequeña práctica filosófica le deben de resultar ajenas, pero sin embargo, el que parte de la teoría física y sabe que una doctrina muy antigua dice que lo igual es conocido por la igual (doctrina que según parece procede de Pitágoras pero se encuentra en Platón y ya fue manifestada mucho antes por Empédocles) comprenderá que si el filósofo afirma tal conocimiento (divino), es porque sólo él concibe, gracias al Dios que está en él, al Dios fuera de él”74, al mantener su entendimiento limpio y sin ensombrecer por la maldad. Pero entre los que son contrarios a la ciencia es habitual entender a ésta como un conocimiento tan abstracto y sin vida [p. 113] como el de la geometría vulgar. Resultaría más breve o más decisivo negar también el sistema mismo dentro de la voluntad o el entendimiento del ser originario y decir que únicamente existen voluntades singulares cada una de las cuales se constituye para sí en su centro o, según la formulación de Fichte, que el Yo de cada uno es la sustancia absoluta. Sin embargo, la razón, apremiante de unidad, así como el sentimiento que reposa sobre la libertad y la personalidad, únicamente se ven rechazados por un acto de fuerza que dura un instante para acabar finalmente derrumbándose. De este modo, la doctrina de Fichte tuvo que demostrar que reconocía la unidad, aunque sólo fuera bajo la pobre figura de un orden moral del mundo, con lo cual sin embargo cayó inmediatamente en contradicciones e improcedencias. Esto parece indicar que por mucho que se pueda aducir en favor de la mencionada afirmación desde un punto de vista meramente histórico, esto es, a partir de los sistemas existentes hasta el momento (no hemos encontrado nunca argumentos extraídos de la esencia de la razón y del propio conocimiento), la conexión del concepto de libertad con la totalidad de la concepción del mundo deberá seguir siendo siempre objeto de una tarea necesaria, sin la solución de la cual incluso el concepto de libertad vacilaría y la filosofía perdería absolutamente todo su valor, porque esta gran tarea es el único invisible e inconsciente resorte de toda aspiración de conocimiento, desde el grado más bajo al más elevado. Sin esta contradicción de necesidad y libertad, no sólo la filosofía, sino todo superior querer del espíritu se hundiría en la muerte propia de aquellas ciencias en las cuales tal contradicción no tiene aplicación. Evadir el problema renunciando a la razón se asemeja más a una huida que a una victoria. Con los mismos derechos, otro podría sin embargo darle la espalda a la libertad para arrojarse en los brazos de la razón y la [p. 115] necesidad sin que hubiera ningún motivo de triunfo por ninguno de los dos lados.......Page 33